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Soy María del Rosario Goñi. Licenciada en crítica de artes, egresada de la Universidad Nacional de las Artes. Me especializo en Teatro. Bienvenidos a mi blog.

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Teatro

Un amor inesperado

marzo 16, 2025
36 veces leido

Empieza con D siete letras. Dramaturgia de Cecilia Monti, Juan José Campanella. Dirección de Juan José Campanella. Con la actuación de Eduardo Blanco, Fernanda Metilli, Gastón Cocchiarale, Maru Zapata. En Politeama, Paraná 353 Caba. Funciones: miércoles a viernes a las 20, sábados a las 19 y 21.30, domingos a las 19.

En una sala de espera odontológica, Luis Cavalli aguarda ser atendido al tiempo que intenta completar un crucigrama. Irrumpe la calma del ambiente, la presencia turbulenta de Miranda Delgado, una joven mujer cuya verborragia produce conmoción. Ambos entablan un diálogo forzado por las circunstancias como si el silencio incomodara. Dos soledades que se encuentran para generar un vínculo atravesado por el deseo, la complicidad y el humor sin tregua.

Él es un sexagenario cardiólogo, en reciente viudez, que padece de una profunda auto-conmiseración. Ella es cultora del optimismo a ultranza, profesora de yoga, que combate cualquier adversidad con una sonrisa a flor de piel. Estos opuestos reunidos por la casualidad darán un giro radical a sus vidas al permitirse otra oportunidad en el amor. Será por aquello que Alejandro Lerner cantaba “volver a empezar, que aún no termina el juego” que Luis (Eduardo Blanco) se deja sorprender por el tsunami de energía que desborda Miranda (Fernanda Metilli) y casi sin proponérselo se arriesga a dar un salto al vacío y sin red. Sin embargo, este amor desfasado conlleva muchos desafíos. Ambos personajes deberán superar los miedos que llevan consigo.

La convincente actuación de Blanco muestra a un hombre con luces y sombras. El actor hace gala de su talento dramático en los monólogos dados en proscenio. En esos momentos el personaje se desnuda en confesiones que permite al espectador entender sus razones para dudar. Por su parte, Metilli utiliza el recurso catártico de monologar en sucesivas llamadas telefónicas a su amiga Valeria. Ambos actores bucean entre risas y emociones genuinas a la par que logran una conexión vibrante que trasciende el escenario. Otro personaje se suma a explosiva dupla protagónica, Gastón Cocchiarale será quien represente la mirada de la alteridad. Gracias a su plasticidad actoral logra pasar, sin incomodidades, de un personaje a otro (de los dos que interpreta) y releva el posicionamiento de quien juzga, cuestiona y se burla de este amor en ciernes.

La dirección a cargo de Juan José Campanella posee el estilo que lo caracteriza. Es conocido que el ganador del Oscar compone vínculos dotados de una profunda carga emocional. Convoca personajes que exponen sus fragilidades pero que también se reconstituyen en el amor. Con esa impronta, la obra recupera el sentido de añoranza ante un modo de vincularse basado en diálogos intimistas. En ese marco apela a lo lúdico que se comparte, en el caso, completar un crucigrama en formato tradicional y de este modo se valoriza el estar presentes, juntos y a la par.

Otro destaque está dado por la escenografía que localiza ambientes que conectan a los protagonistas con suficiente eficacia. Con un diseño moderno y minimalista presenta un consultorio odontológico, el cual se desplaza como puerta corrediza, para descubrir los hogares de Luis y Miranda. Ladrillos a la vista, vitraux en ventanales que filtran el paso de luz diurna y nocturna. Una cuidada estética moderna, con un ascensor como vedette, ubican la trama en la contemporaneidad.

Esta obra genera plenitud durante el tiempo que transcurre. Puesto que con tono de comedia, cuenta una historia que contrarresta el romance de las App de citas. Y revaloriza el contacto real como puente para construir vínculos auténticos. Sin perder de vista que para alcanzar los grandes desafíos se deberán atravesar miedos. El retorno a la tradicional manera de enamorarse se aprecia como disruptiva. En tiempos que el romance cibernético se consolida como elección del catálogo virtual, conocerse azarosamente, reviste características sobrenaturales. Así la obra invita a reflexionar que, a veces, solo se trata de confiar para ganar.

 

Imagen crédito: portada de difusión de obra.

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