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Soy María del Rosario Goñi. Licenciada en crítica de artes, egresada de la Universidad Nacional de las Artes. Me especializo en Teatro. Bienvenidos a mi blog.

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Teatro

Conexión Interrumpida

marzo 9, 2023
20 veces leido

La gran renuncia, de Lisandro Fiks. Dirigida por Lisandro Fiks. Con Gastón Cocchiarale, Laura Cymer, Abian Vainstein, Romina Fernandes, Lisandro Fiks, Luis Brandoni. En Teatro Picadero. Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857 Caba. Funciones: Vienes 22:00hs.

En clave de humor, la obra cuenta las vicisitudes de Vignales, un empleado de una agencia de publicidad, quien trabaja sin descanso en conexión permanente en modalidad virtual. Un día decide realizar un alto motivado por su fatiga laboral y simplemente apaga el celular como cualquier otro dispositivo electrónico. A partir de entonces, recibe el acoso de su mujer, su padre, su amigo y su jefa para que retorne a su trabajo. ¿Es posible vivir en un mundo tecnológico sin conexión virtual? Vignales encarnará al Quijote de los nuevos tiempos.

Inspirada en La fiaca, la clásica dramaturgia argentina de Ricardo Talesnik estrenada en 1967, La gran renuncia permite pensar el cotidiano en el hacer laboral. Desde el humor la obra confronta para asumir la existencia humana en permanente alienación. Un mundo que exige respuesta inmediata y un estado on line constante. El espectáculo se sostiene por la eficaz interpretación de Gastón Cocchiarale en el personaje de Vignales, a quien se lo ve neurótico y desbordado en multitareas, a través de chats por Whatsapp, Facebook o Instagram en simultáneo a conversaciones presenciales en una fiesta o durante la intimidad con su esposa, la siempre graciosa Laura Cymer. Sin lugar a dudas, el gran acierto ha sido convocar en videollamada a un actor clásico como Luis Brandoni, quien utiliza el recurso tecnológico, al sólo efecto de evidenciar las dificultades que la modalidad virtual le implicó a generaciones foráneas. Mediante este juego teatral se construye un contrasentido patente a advertir que no existe habitante de los tiempos modernos que pueda escaparse de los medios tecnológicos.

El quiebre dramático aparece cuando el protagonista, harto de la sobre exigencia en modo virtual, literalmente se desconecta. A partir de entonces descubre el valor de la lectura de El Quijote con los tiempos que ello demande. Recupera el sentido del juego en una maravillosa performance junto a Fiks bajo el influjo de la canción “Hacelo por mí”. Este momento rememora épocas en que cantar junto a amigos era parte de la diversión e instala al espectador en una emoción nostálgica que incita a acompañarlos.

La obra teatral de Fiks configura un discurso complejo en el que los intérpretes dan forma artística a la incomunicación, el individualismo y la soledad. La escenografía se construye como un gran dispositivo tecnológico, a modo de paradoja, porque cuestiona aquello que necesita para la mostración y evidencia un mundo virtual que deshumaniza nuestros cuerpos, incluso, nuestra red de amigos y familia. El relato está sostenido por un tiempo exageradamente rápido puesto que, desde el plano tecnológico, el código imperante es la brevedad y la rapidez.

La gran renuncia genera con recursos artísticos un espacio de posibilidad para que [nos] pensemos en el hacer cotidiano, en tiempos de hegemonía digital. Invita a una reflexión profunda sobre la hiperconexión en el trabajo, en tiempos post pandemia, a la vez que contrasta con la desconexión real que padecemos en los vínculos personales. Pareciera que la clave de este momento histórico es asumir el riesgo de apagar el celular como el mayor acto de libertad para reencontrarnos, cara a cara, y poder estar presentes en el plano real. Sin embargo, la obra nos advierte, mediante la reproducción audiovisual de redes sociales, que la amenaza de prender el celular está latente a la salida del teatro como una trama de sentidos que no admite clausura. Será entonces nuestra elección soberana y humana elegir hacerlo o permitirnos ese encuentro café mediante.

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